‘Gran Reserva’, uno de los grandes éxitos de Televisión Española que tiene al vino como elemento central y a dos familias vinícolas como protagonistas, los Cortázar y los Reverte, quienes representan valores distintos: por un lado, el amor a la tierra y a lo auténtico y, por el otro, el de la producción en volumen y lo lucrativo de un negocio. Una lucha entre las grandes y pequeñas empresas; entre lo viejo y lo nuevo.

Pese a sus diferencias, viven en un equilibrio que se rompe drásticamente con un intento de asesinato. ¿Qué oculta este atentado? ¡El enfrentamiento está servido! Y muy pronto, el espectador estará inmerso en la trama.

La serie grabada en viñedos, paisajes y localidades de La Rioja, como la Finca Valpiedra, a orillas del río Ebro, y también en el pueblo de Briones, además de otras alrededor de Madrid, son los testigos de amores imposibles, mentiras, traiciones, celos, ambiciones y un hecho que marca el destino de sus personajes principales para siempre.

Una deliciosa producción que contó con asesores sobre el tema de la vitivinicultura, como es el caso del bodeguero riojano Miguel Merino. Las bodegas de las familias protagonistas, así como los interiores de las casas, despachos y oficinas fueron reproducidos en estudios de 1900 metros cuadrados, lo cual da una idea de la minuciosidad y cuidado que se tuvo con la serie.

Los Cortázar, para quienes el vino es un lucrativo negocio…

…y los Reverte, que ven en la viña y la tierra una forma de vida.